Tomando en cuenta lo sucedido el 26 de junio, en el que un grupo de militares se apostó en la plaza Murillo desafiando al gobierno de Luis Arce, es preciso hacer una revisión de los antecedentes, los hechos puntuales y los posibles objetivos de esa aventura golpista.
Bolivia es uno de los países que más golpes de Estado ha tenido a lo largo de su historia, por lo que creemos que un evento de este tipo no puede pasar por alto a los trabajadores, ni ser objeto de banalización, como ha sido por parte de la oposición y grupos afines a Evo Morales.
Esta semana, desde sectores de la burguesía y sus instituciones, tanto como algunos gremios corporativos, han llamado a movilizaciones y bloqueos contra el gobierno de Luis Arce, insistiendo en el adelanto de las elecciones presidenciales. Los antecedentes del 26 de junio producto de la crisis que vive nuestro país, más los intereses de asaltar el Estado en beneficio de los monopolios, nos dan indicios suficientes para sostener que se está gestando un golpe de Estado en nuestro país. Creemos que se debe aclarar todo lo sucedido el 26 en la plaza Murillo y las conexiones que puedan existir entre las movilizaciones y pronunciamientos que se dieron estas últimas semanas.
Relato de los hechos del 26 de junio
El pasado 26 de junio, La Paz, sede de gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, vivió una asonada militar protagonizada por el ex Comandante General del Ejército, Juan José Zúñiga, quien a las 14:30 horas, con una facción del Ejército y menos apoyo del que pensaba, se plantó en la plaza Murillo con vehículos blindados, efectivos militares armados y tanquetas que se apostaron en cada esquina de la plaza donde se encuentra el palacio de Quemado -que funcionó como sede del poder ejecutivo boliviano hasta el año 2018- desde entonces fue reemplazado por la Casa Grande del Pueblo y actualmente tiene un uso más limitado; sin embargo, existe conexión entre ambas edificaciones.
El ingreso abrupto a la plaza Murillo, seguido de unas controversiales declaraciones a la prensa, dejaron explícitas las intenciones de Zúñiga por romper el orden constitucional.
En la mañana de ese miércoles, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, recibió un reporte sobre movimiento irregular de personal militar armado que iba desde Challapata y Viacha con dirección a La Paz; Novillo pide explicaciones a Zúñiga quien no vuelve a responder llamadas al igual que los comandantes de las otras dos fuerzas, Juan Arnez (Armada) y Marcelo Zegarra (Fuerza Aérea). El presidente Luis Arce es informado de la situación, mientras se encontraba en un acto en El Alto, intenta comunicarse con los 3 comandantes, y tampoco obtiene respuesta.
Los medios de comunicación captan movimiento militar irregular en las calles cerca de la plaza Murillo, que es asediada a las 14:30. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, llega al lugar tras recibir los informes de Inteligencia, se dirige hacia el vehículo blindado donde Zúñiga se encontraba, y le exige salir de la tanqueta, escenas que fueron virales en redes sociales lo que se convirtió en objeto de múltiples interpretaciones. Zúñiga finalmente sale del vehículo, se dirige a los medios señalando la molestia de los militares y que la lealtad de los comandantes se estaba pagando con deslealtad, confirma la intención de tomar la Casa Grande del Pueblo como el cambio de ministros.
Cerca de las 15:50, una de las tanquetas embistió reiteradas veces la puerta del Palacio Quemado, para permitir el ingreso de Zúñiga y sus allegados. La prensa captó el momento cuando el ex comandante se encontró de frente con el presidente Luis Arce y los miembros de su gabinete, quien le ordenó el repliegue de los efectivos militares, recibiendo un no como repuesta. Zúñiga volvió a ingresar a la tanqueta y el asedio militar continuó.
Alrededor de las 16:00 horas hubo enfrentamientos y gasificación, según el informe oficial hubo 14 heridos por balines de goma, dos de ellos de gravedad con intervención quirúrgica de emergencia.
Declaraciones de Zúñiga y consecuencias inmediatas
En las declaraciones ante la prensa, Zúñiga calificó a la actual administración del Estado como una ̈ élite ̈ que viene ̈ destrozando la patria ̈ por más de 30 años, y que ellos como FF.AA pretenden restablecer la democracia. Anunciar además la pronta liberación de todos los «presos políticos» desde Luis Frenando Camacho y Jeanine Añez hasta los generales, tenientes, coroneles y mayores que se encuentran presos por complicidad en el golpe de Estado del 2019, advirtió que a las FFAA ¨ no les falta cojones para acabar con las élites políticas ̈. Algo que hace eco con las declaraciones que ya había realizado en la entrevista que provocó su destitución.
El Gobierno llamó a la organización y resistencia de la población frente a un golpe de Estado, la solidaridad de la comunidad internacional fue inmediata como el rechazo de varios actores políticos nacionales, incluyendo la derecha conservadora. La población sumida en la conmoción intentó proveerse de alimentos en la medida de sus posibilidades, el pavor y la desesperación volcó a mucha gente a los surtidores de gasolina, supermercados y mercados, bancos y cajeros automáticos, horas más tarde, la ASFI (Autoridad de regulación del sistema financiero) reportó que hubo una corrida de los bancos de cerca de 200 millones de bolivianos (como 28 millones de $us).
Pasadas las 17:00 horas, el presidente Luis Arce nombró un nuevo Alto Mando Militar, para el Ejército, la Armada y la Fuerza Naval. El nuevo comandante del Ejército, José Sánchez, ordenó el repliegue de los contingentes militares desplegados en la plaza Murillo. Zúñiga perdió el control definitivamente y se replegó al Estado Mayor. El presidente Luis Arce junto al vicepresidente David Choquehuanca y sus ministros salen al balcón, agradecen el apoyo de la población y anuncian el fracaso del intento golpista. A las 19:00 Zúñiga es aprehendido y acusa al presidente de haberle ordenado estas acciones, asegura que se trató de un autogolpe para elevar la popularidad del gobierno. Múltiples interpretaciones comenzaron a circular, la hipótesis de un Autogolpe sembrada un día antes comienza a posicionarse en la opinión pública, promovida por actores políticos como Carlos Mesa, Sánchez Berzaín, Luis Fernando Camacho, Tuto Quiroga, destacando entre esas voces los seguidores de Evo Morales, quien días después confirma su posición acusando al gobierno de montar un autogolpe algo reiterativo desde entonces.
La hipótesis de Autogolpe ha tomado una preponderancia en la opinión pública que consideramos sumamente peligrosa y que contribuye a la desmovilización de las mayorías trabajadoras. Es importante hacer el seguimiento de los acontecimientos previos, tomando en cuenta que toda la red de involucrados está siendo revelada progresivamente en la investigación y así evitar caer en interpretaciones simplistas y antojadizas.
1. Contexto politico y social actual
Crisis económica y escasez de recursos
Nuestro país vive desde hace algún tiempo una crisis económica. Esta crisis se encuentra marcada hoy por la devaluación acelerada de la moneda nacional frente al dólar en el mercado paralelo, así como por la escasez de este. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) indica tasas de inflación importantes. Además, el aumento del desempleo y la pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo golpean a las mayorías trabajadoras. Esta situación ha generado desconfianza en el gobierno y ha llevado a una tendencia a apoyar a la oposición.
La escasez de combustible es otro factor de la crisis, y se debe a que la producción de gas natural y petróleo ha disminuido en Bolivia en los últimos años. Este descenso en la producción se debe a la falta de inversión en exploración y desarrollo de nuevos campos. La caída en la producción ha llevado a que Bolivia, que solía ser un exportador neto de energía, se convierta en importador de combustibles. La disminución de las reservas internacionales y el aumento del déficit fiscal han restringido los recursos disponibles para abordar este problema.
Es necesario recalcar que este problema tiene origen en gestiones anteriores, debido a que no se realizaron gestiones serias para cambiar la matriz productiva del país, en 14 años no se realizaron esfuerzos ni inversiones para industrializar nuestro país y así romper poco a poco con la dependencia que tenemos en la importación de materia prima y productos manufacturados. No se avanzó con la industrialización del litio, ni con la del mutún. En vez de generar ahorro para el estado y así tener capital para realizar grandes inversiones con el objetivo de fortalecer la capacidad productiva de nuestro país, las riquezas generadas buen aparte se destinaron los montos para bonos (que si bien son necesarios, podrían haber funcionado como palanca para industrializar el país), gran parte de la riqueza generada se fue para las arcas de la banca privada quien gozó de varias medidas en su favor. Otra forma de vaciar las arcas del estado fue el apoyo a pequeñas y medianas empresas que no generan márgenes de beneficio para el estado, solo logra paliar temporalmente la situación de parte de la población, ese dinero podria haber sido invertido en Empresas estatales que tengan una alta capacidad productiva y de beneficio.
La inversión en exploración con los resultados positivos que pueda tener el gobierno actualmente no son suficiente para revertir en cuatro años las consecuencias de otras gestiones.
Por otra parte, la crisis política y social se caracteriza por los obstáculos en el proceso de las elecciones judiciales. La Constitución Política del Estado (CPE) establece que los magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional, el Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Agroambiental y el Consejo de la Magistratura son elegidos mediante sufragio universal y la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) es responsable de la preselección de los postulantes. Apenas reanudado el proceso, ya se han denunciado favorecimientos a candidatos, se han viralizado en las redes sociales videos donde Patricia Arce, Senadora del MAS y Presidenta de la Comisión Mixta de Constitución, ayuda a algunos candidatos en los exámenes orales.
Se han presentado amparos constitucionales que han impugnado los reglamentos y convocatorias para estas elecciones. Estas acciones han resultado en medidas cautelares que han suspendido el proceso múltiples veces, lo que ha contribuido a la especulación y la incertidumbre. Además, las acusaciones cruzadas de boicot, intromisión y cuoteo han puesto en entredicho la legitimidad y la credibilidad institucional del Órgano Judicial, caldeada por la crisis de representación política. El caso más relevante es la descomposición y ruptura interna del MAS-IPSP, cuya bancada se ha dividido, reconfigurando la correlación de fuerzas en la Asamblea Legislativa.
Todos los partidos políticos experimentan procesos de fragmentación, y esto es aún más evidente considerando la falta de organicidad y democracia interna que siempre ha existido dentro del MAS. Sin embargo, debido a su tamaño y características, las repercusiones a nivel institucional y social son catastróficas.
Conflictos dentro del MAS y llamados a movilización
En la pugna interna del MAS-IPSP, las graves acusaciones cruzadas entre las dos facciones. La Arcista autodenominada Renovadores, que apoyan al presidente Luis Arce, y la Evista autodenominada Radicales, que sigue y apoya al expresidente Evo Morales Ayma marcan agenda mediática. Ambas facciones han organizado congresos paralelos, reclamando el reconocimiento del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que le permita -a alguna- controlar y dirigir el MAS-IPSP.
El TSE ha subrayado la necesidad de un Congreso unificado y legítimo que respete los procedimientos internos del partido y las normativas electorales del país. Ninguno de ellos cumple con todos los requisitos legales y estatutarios necesarios para ser considerados válidos. En este proceso de lucha interna el fraccionamiento de las organizaciones campesinas e indígenas aumenta, ya que cada bando ha conformado sus propias Confederaciones, Federaciones y Sindicatos, provocando el debilitamiento de estos sectores.
Es en este contexto que el 25 de junio Juan José Zúñiga fue destituido como Comandante General del Ejército, tras sus declaraciones en el programa No Mentiras la noche anterior. Una entrevista conducida por la periodista Jimena Antelo, a raíz de las acusaciones realizadas por el expresidente Evo Morales Ayma en su programa dominical en la Radio Kawsachun Coca, donde aseguraba tener audios y videos que incriminan a Zúñiga en un plan para atentar contra su vida.
Lo que generó mayor revuelo fue que Zúñiga declaró que las Fuerzas Armadas defenderían la CPE como brazo armado de la patria afirmando que arrestaría a Evo Morales si fuera necesario, esto puso en alerta a los cercanos a Morales, denunciando internacionalmente que la integridad física del expresidente estaba en peligro.
Sin embargo, creemos que existen, además de este, otros indicios de las intenciones y las tendencias ideológicas de Zúñiga en esta entrevista que se han dejado de lado, a continuación, revisaremos algunos.
Zúñiga asegura que la obligación legal y moral de todo militar es defender al gobierno legalmente constituido, así no sea de su agrado. El día miércoles 26 intenta romper el orden constitucional desconociendo al gobierno legalmente constituido.
Se declara un militar, nacionalista y patriota, recalca que hay tres militares (Gualberto Villarroel, Juan José Torres y Germán Bush) que guían sus acciones. Afirma que es seguidor de todos los militares nacionalistas y confirma su admiración por el dictador Hugo Banzer Suárez.
Asegura que el militar está dispuesto a dar la vida, incluso a caer prisionero ante la justicia por una causa, considera la profesión militar un sacerdocio y declara que al cumplir una misión sabe que es posible no retornar a casa por poner los intereses de la patria sobre la familia. Hoy Zúñiga está preso y compareció ante la justicia, fue sentenciado a 30 años de cárcel.
Zúñiga menciona que el 60 % de las calles de Llallagua y Uncía fueron asfaltadas por los militares bajo su comando, refiriéndose a sí mismo como el General del Pueblo, clara alusión a Barrientos.
2. Similitudes con golpes anteriores en Bolivia
Paralelismos con los golpes de García Meza y Barrientos
Encontramos paralelismos entre los procesos golpistas de la actualidad y los vividos en los años 60, 70 y 80 en el país. Consideramos necesario repasar estos hechos históricos, ya que sostenemos que estamos ante un intento de golpe de Estado en desarrollo.
Estamos a 44 años del golpe militar de Luis García Meza, revisemos las condiciones previas y los justificativos de este último golpe militar en Bolivia, considerado como el más cruel y sangriento de la historia del país.
Este golpe evitó la posesión del gobierno constitucional y desató una sistemática persecución contra partidos democráticos, líderes sindicales, la propia Iglesia e intelectuales, y cobró la vida de Gualberto Vega Yapura, Marcelo Quiroga Santa Cruz, Carlos Flores Bedregal, Luis Espinal, entre otros cientos de compañeros y camaradas que fueron asesinados, cuyo paradero aún se desconoce.
En noviembre de 1979, tras el desconocimiento del resultado de las elecciones generales de 1978 que daban la victoria a la Unidad Democrática y Popular (UDP), en medio de represión y movilización popular, el coronel Alberto Natusch Bush dio el golpe de Estado del 1 de noviembre de ese año, se atrincheró en el Palacio Quemado durante 15 días, intentando consolidar su poder en medio de represión, asesinatos, persecución. La resistencia y la lucha popular logró un contragolpe obligando a Natusch a salir del gobierno.
El Parlamento destituyo a Walter Guevara y eligió a Lidia Gueiler diputada por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) como presidenta interina, quien tenía la tarea de llamar a elecciones. Apenas Gueiler asumió el poder el 16 de noviembre de 1979, García Meza comenzó a conspirar contra ella con la complicidad del jefe de sección II (Inteligencia) del Comando del Ejército, el coronel Luis Arce Gómez. A los pocos días García Meza lideró una asonada militar (también lo llamaron minigolpe) donde pedía la destitución del Comandante del Ejército, el General Rocha, exigía además su posesión en el cargo, el débil gobierno de Gueiler accedió, haciendo de García Meza el nuevo Comandante del Ejército, cargo desde el cual preparó y concretó el golpe de Estado el 17 de julio de 1980.
Recordemos que García Meza justificó el golpe de Estado por “el grado de descomposición económica y social, guerra subversiva en el proceso electoral, desorden, corrupción y fraude” declaraciones que resuenan con la tendencia discursiva de ciertos sectores de la población y la narrativa de actores políticos de oposición cómplices del golpe de Estado el 2019, como la del propio Juan José Zúñiga, en la entrevista previa y durante la asonada militar del 26 de junio.
Hacemos énfasis en esto dado que, la asonada militar comandada por García Meza fue la antesala que hizo posible meses después un golpe de Estado. Lo sucedido el pasado 26 de junio, ¿Fue acaso un ensayo de golpe de Estado? ¿Fue el tiro de reglaje, estrategia militar que permite corregir el margen de error entre el tiro y el objetivo, para luego dar lugar al golpe definitivo? Estrategia utilizada en el golpe de Estado del general Augusto Pinochet contra Allende en septiembre de 1973 en Chile. Los dos meses entre ambos acontecimientos, le permitió a la contrarrevolución ajustar, el “margen de error” para que el golpe definitivo sea certero. Y guarda estrecha relaciona con el golpe de García Meza
La asonada militar del 26 de junio, en su fracaso, cumple una función, debilita aún más el gobierno de Luis Arce, encaja con las estrategias militares de Dominio Rápido con base en la conmoción y el pavor, que es una táctica militar basada en el uso de un poder abrumador y demostraciones espectaculares de fuerza para paralizar la percepción del ̈enemigo ̈ que es el pueblo mismo.
Tiene el objetivo desmovilizar y destruir la voluntad de luchar, y que se cometan todo tipo de atropellos a la vista de todos, el 2019 lo vivimos, pero podríamos estar ante una incursión golpista de mayores dimensiones, los confundidos adrede o por efectividad de los dispositivos de estas estrategias ayudarán a sembrar la duda internacional con la narrativa del autogolpe y se validará una interrupción del orden constitucional del gobierno democráticamente electo que representa para Estados Unidos un obstáculo en el control total del territorio. A esta doctrina se la conoce muy bien, fue desarrollada por la Universidad de Defensa Nacional de los Estados Unidos, para su aplicación por parte de las fuerzas armadas de este país. La escuela de Chicago, cuyo mayor exponente es Milton Friedman, quien fue el asesor y el forjador del modelo económico que aplicó Pinochet en Chile.
Recordemos que días después del golpe de Estado de García Meza, el entonces Ministro de la presidencia de Bolivia se encontraba en Montevideo y en una entrevista radial aseguró que “en Bolivia no existió golpe de Estado, ocurrió lo siguiente ante la situación de fraude electoral y de anarquía que vivía el país, la misma presidenta constitucional Lidia Gueiler renunció a su cargo y delegó el poder en favor de las Fuerzas Armada, que a su vez designaron general Luis García Meza”. El gobierno de facto de García Meza pregonó la “reconstrucción nacional” dispuesto a eliminar a todo líder de oposición en una abierta guerra contra el “terrorismo”.
Vemos ciertas similitudes y formas que repiten, tanto el 2019, como ahora, las fuerzas reaccionarias van reeditando sus relatos y maniobras, falseando la realidad.
Vayamos aún más atrás, al golpe de Estado de René Barrientos en 1964. El partido que asumió el gobierno tras el estallido de la revolución del 52 fue el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), que para ese entonces ya se había derechizado.
El general Barrientos promovió los vínculos entre la burguesía local con el capital extranjero, logra el masivo respaldo clientelar del campesinado, el llamado Pacto Militar-Campesino. Tras su muerte en 1969, las masas obreras logran su reorganización e intentan construir la Asamblea Popular durante el gobierno de Torres.
Víctor Paz Estenssoro (MNR) derrocado en 1964, y refugiado en Perú, retorna al país para legitimar, en alianza con la Falange Socialista Boliviana (FSB) a Hugo Banzer Suárez, en su incursión golpista en agosto de 1971. Un signo más de la traición a los intereses de la clase obrera, a las organizaciones sociales, sindicales y campesinas, su vínculo servil con Estados Unidos y la alianza cómplice con la burguesía se consolida. Sin embargo, ambos partidos fracasan en el afán de blindar de legitimidad a Banzer y pierden gran parte de sus bases sociales, que comenzaría a militar con los partidos de izquierda, entre ellos el más fortalecido fue el Partido Comunista de Bolivia.
Durante el régimen militar de Banzer se devaluó la moneda, se congelaron salarios, se provocó altas tasas de desempleo y pobreza, se suspendieron los subsidios a productos de consumo popular, se incrementaron los precios de los alimentos. Sumado a la suspensión de aranceles en beneficio de capital extranjero. La burguesía nacional, la oligarquía cruceña, fue beneficiada sustancialmente, canalizando préstamos y subsidios destinados a estimular cultivos de exportación, como algodón, café, azúcar, madera y ganadera, entre otras facilidades y beneficios.
Recordemos que entre las primeras medidas del gobierno de facto de Añez, tras el golpe del 2019, fue el decreto supremo para la liberación de exportaciones, haciendo evidente los intereses que estuvieron detrás del quiebre institucional, el sector agroindustrial del Oriente.
3. Las contradicciones de la socialdemocracia: Expectativas y Desencanto en América Latina
La socialdemocracia al llegar al poder genera mucha expectativa en la clase trabajadora, debido a que, generalmente viene después de una gestión de la derecha conservadora que sobrepone en todas las dimensiones los intereses de la burguesía y sus aliados imperialistas, en desmedro de las mayorías trabajadoras, llevando en su gestión a la gran mayoría a la pobreza e incertidumbre.
En este sentido, los sindicatos, partidos de izquierda y la población trabajadora en general desarrollan expectativas que, desde la experiencia de diferentes gestiones de la socialdemocracia en todo el mundo, duran muy poco, debido a que si bien al inicio de una gestión socialdemócrata parece responder a las necesidades de las grandes mayorías, ya que estas comiencen con procesos de redistribución leve de la riqueza y cuentan con respaldo popular y parece vislumbrar una sociedad más justa, pasando un breve tiempo ese espejismo se rompe, ya que las medidas que llevan a cabo estos gobiernos suelen ser en beneficio del capital.
Esta tendencia reformista en Latinoamérica que inicia en 1998 con los primeros gobiernos progresistas en la región, en un comienzo parecía que estaba fuera de los márgenes de tolerancia del imperialismo estadounidense, por lo que este comienza una ofensiva, contra estos gobiernos por velar sus intereses económicos amenazados y la necesidad de recuperar influencia para consolidar la dependencia total de los países latinoamericanos y lograr el control y la apropiación de los vastos recursos territoriales. Es así que llevan a cabo golpes blandos y otras formas de boicot y ataques a estos gobiernos.
Ahora bien, esto no quita que las contradicciones y las características de los gobiernos socialdemócratas reformistas los lleven a alejarse del campo popular realizando políticas y medidas antipopulares y antiobreras.
Ejemplos sobran, ahí tenemos a Syriza en Grecia firmando pactos con el FMI, Banco Central Europeo contra la clase trabajadora en favor de los monopolios y manteniendo a Grecia en el marco de la Unión Europea y la OTAN, el caso del Ecuador, donde el gobierno de Rafael Correa implementando medidas de criminalización contra organizaciones de izquierda como el PCMLE, sindicatos y gremios de trabajadores como la UNE, FESES, FEUE y otras que fueron reprimidas por el gobierno de Rafael Correa, de igual forma las medidas antipopulares de los gobiernos del peronismo en Argentina los últimos años; los últimos ataques de la socialdemocracia apuntan contra los comunistas en Venezuela a los cuales han despojado de forma jurídica y con represión de su tarjeta electoral, colocando personeros y títeres de su gobierno a la cabeza de la gloriosa sigla del gallo rojo, Maduro viene realizando reformas en beneficio del capital y los monopolios, ese conjunto de medidas restringen las posibilidades de incidencia de la clase trabajadora y las clases subalternas en la correlación de fuerza llevándola a la extrema miseria. Dejaremos pendiente para otro artículo un análisis exhaustivo sobre las medidas económicas y políticas que revelen el carácter policlasista, antipopular y antiobrero de estos gobiernos que dejan el sistema capitalista intacto.
El gobierno del MAS-IPSP con Evo Morales como presidente, mostró estas tendencias y contradicciones, de igual forma pasa con Luis Arce Catacora. Casos como la reunión entre el gobierno de Luis Arce Catacora y el empresariado agroindustrial (quienes financiaron el golpe de Estado del 2019) que dio como resultado un acuerdo ¨ económico, productivo y empresarial ¨ de 10 medidas donde encabeza la liberación de exportaciones, entre otras medidas que favorecen a sector privado empresarial, no inaugura nada nuevo.
A lo largo de gestiones anteriores del gobierno del MAS, se realizaron concesiones a las clases dominantes, favoreciendo a la agroindustria cruceña permitiéndole ampliar la frontera agrícola, se le dio nuevos créditos y oportunidades de integración con el mercado chino de carne y soja, a los empresarios-mineros de las “cooperativistas” se les dio áreas fiscales con ventajas para el capital bancario y financiero que les trajo beneficios económicos sin precedentes. A pesar de todas estas facilidades y beneficios, la oligarquía empresarial cruceña financió un golpe de Estado el 2019, con el apoyo de Estados Unidos, con el objetivo de tomar no solo el control económico sino también el político. Tampoco olvidemos que uno de los grandes ganadores desde el comienzo del gobierno de Evo fue la banca privada que generó beneficios que jamás habían logrado en su historia.
El anhelo de transformación profunda del sistema capitalista a socialista -que fue sofocada por gobiernos dictatoriales por la fuerza, y minada por los gobiernos de los 90- con el MAS-IPSP el 2006 no llegó a término, a pesar de que el nuevo gobierno respondió a algunas de las demandas inmediatas marcadas por los levantamientos populares del 2000 al 2005, la Guerra del agua, levantamientos campesinos e indígenas y la Guerra del gas que condujo al levantamiento popular alteño que expulsó a Sánchez de Lozada y los partidos de derecha del gobierno. Desde el 2006 se realizaron avances como la convocatoria a una Asamblea Constituyente, se recuperaron parte de los hidrocarburos, se logró avanzar en la reivindicación de los pueblos y naciones indígenas reconociendo a las distintas nacionalidades y etnias.
¿Por qué no se realizaron transformaciones más profundas?
Para responder a esto es necesario comprender las limitaciones y las condiciones en las que se llevó adelante ¨las conquistas ̈ en el gobierno del MAS-IPSP y porque este gobierno demostró una tendencia a retornar a lo dejado por los gobiernos denominados “neoliberales”, llegando a pactar con el capital financiero y agroindustrial. En sí no se cambió la matriz productiva, debido a que se priorizó el apoyo a la banca, a los pequeños y medianos comercios y a las empresas mineras disfrazadas de cooperativas, estas fueron las que obtuvieron los beneficios por más de 15 años. Nuestro país es dependiente de la venta de materias primas, no se crearon las bases para la industria pesada y eso tomando que contamos con riquezas como el mutún en el oriente de nuestro país.
El movimiento popular y obrero debilitado que vemos hoy, y el desmantelamiento de la capacidad organizativa de los movimientos sociales, se profundiza con la consolidación de un gobierno que fortaleció el aparato estatal burgués, introduciendo reformas y políticas inmediatistas sin tomar en cuenta el mediano y largo plazo. Recordemos aquello que Marx, citado por Lenin decia en “El Estado y la Revolución”, menciona sobre la condición previa de toda verdadera revolución popular, ¨ no hacer pasar de unas manos a otras la máquina burocrático-militar, como venía sucediendo hasta ahora, sino demolerla”. Lenin explica que Marx, en las cartas a Kugelmann está ¨ concisamente expresada, la enseñanza fundamental del marxismo en cuanto a las tareas del proletariado respecto al Estado durante la revolución. Enseñanza que no solo ha sido olvidada en absoluto, dice Lenin, ha sido tergiversada directamente por la “interpretación” imperante oportunista del marxismo.
El golpe de Estado del 2019 evidenció la falta de respuesta organizada de las organizaciones sociales y organizaciones obreras. Ante la represión del gobierno de Añez, se logró recuperar iniciativa política a través de la movilización de barrios populares como la zona sud de Cochabamba, zonas periurbanas de El Alto y otros, estas movilizaciones de julio y agosto del 2020 pudieron torcer el brazo del gobierno golpista. Estas movilizaciones podrían haber desembocado en una insurrección popular que posiblemente habría hecho caer al gobierno de facto de Áñez, pero fue sofocado debido a que la dirigencia del MAS negoció una salida electoral, al ver que el golpismo se había desmoronado, Esto evidencia, lo que explica Lenin, sobre el contenido ideológico y político del oportunismo, que está en función a la colaboración de las clases y a la renuncia a los medios revolucionarios de lucha, en lugar de utilizar las dificultades para la revolución.
Recordemos que al comienzo del golpe el 2019 y consolidado el gobierno de facto de Añez la mayoría parte de los dirigentes del MAS y organizaciones sociales desaparecieron del espacio público, las movilizaciones fueron espontáneas y de ese modo surgieron movimientos periurbanos denominados «auto convocados» para evitar la persecución y represión policial, es en ese escenario que toman notoriedad nuevas dirigencias.
La desgracia verdadera, en palabras de Lenin, llega cuando existen ¨militantes¨ y organizaciones dispuestas a erigir los defectos en virtudes, intentando justificar su servilismo y su culto a la espontaneidad que deriva en oportunismo. Porque todo lo que sea aminorar el papel del elemento consciente significa acrecentar la influencia de la ideología burguesa.
Desde que Evo asumió el gobierno en 2006 utilizó el poder estatal para neutralizar y cooptar a las organizaciones sociales y obreras, en base a la prebenda y compra de dirigentes destrozaron al movimiento obrero y popular, fundamentalmente el urbano. La premisa de tener a todas las organizaciones apoyando a su gobierno ayudaron a que la COB y las distintas confederaciones de trabajadores y en particular sus afiliados se queden sin voz ante medidas anti obreras y anti populares, que en varias ocasiones se dieron por parte del gobierno. Por eso coincidimos con Lenin cuando señala ¨Los intereses de una capa ínfima de los obreros privilegiados y de la pequeña burguesía que defienden su situación de privilegio y de su derecho a las migajas de los beneficios que obtiene ¨su¨ burguesía nacional (…)¨ El oportunismo ha madurado y ha llevado hasta las últimas consecuencias su papel de emisario de la burguesía en el movimiento obrero ¨(Lenin, 1973, p. 69).
La influencia estadounidense en las FF.AA. bolivianas
Si bien con el gobierno del MAS las relaciones con Estados Unidos se deterioraron tras la expulsión del embajador Philip Goldberg y la aparente salida de la DEA, poniendo fin al convenio de asistencia de médicos militares y la suspensión de las becas militares en el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad,-antes denominada “Escuela de las Américas”, y fundó la “Escuela de Comando Antiimperialista” Juan José Tórrez el 2016 con la intención de reorientar las Fuerzas Armadas a los intereses del Estado plurinacional, no fue suficiente para neutralizar la injerencia norteamericana en el sector de seguridad y defensa.
Las décadas de apoyo en formación y logística de Estados Unidos en las FF.AA bolivianas con los flujos de ayuda militar y la continuidad de programas de seguridad relacionados con la «guerra contra el narcotráfico» y la «guerra contra la corrupción», elementos que han sostenido las políticas de seguridad que disfrazan la injerencia directa de Estados Unidos en América Latina hizo difícil su desmantelamiento, la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) continuó sus funciones ayudando cumplir “compromisos internacionales” a favor de políticas antinarcóticos.
La implicación tanto de las FF.AA como de la Policía en el golpe de Estado del 2019, expone al menos dos cosas, por un lado, que la formación profesional e ideológica estadounidense está enraizada en las bases mismas de estas instituciones por décadas de cooperación que en los últimos años ha disminuido, pero en esencia ha continuado, y por otro que el gobierno del MAS con Evo Morales fortaleció esta institución brindándoles beneficios con todos sus sabidos vicios y tendencias. El gobierno de Luis Arce tampoco ha cambiado significativamente su orientación en este sentido.
Aplicando la triangulación de fuentes Lajtman-Bereicoa (2023) sostiene que los principales altos mandos militares y policiales responsables de la articulación del proceso golpista el 2019 pasaron por la Escuela de las Américas y/o por su heredera, el Instituto del Hemisferio Occidental, entre el 2006 y 2019.
¿Hay cambios sustanciales en la estructura de las FF.AA del 2019 al 2024?
Si bien se ha procesado a una parte de los implicados en el golpe de Estado del 2019, las estructuras de las FF.AA -que sabemos, son afines a los intereses de Estados Unidos por los flujos y programas que no han cesado, ni en esta ni en anteriores gestiones del MAS- no se han modificado en su esencia. En la investigación de los implicados en la asonada militar, se evidencia nuevamente estas conexiones, en el Acta de la entrevista policial, Zúñiga asegura que organizó todo este movimiento con personal militar en servicio activo y en la reserva, tal como en el golpe de 2019.
Según Tamara Lajtman-Bereicoa (2023) en su artículo señala que el Departamento de Estado (INL), el Departamento de Defensa/Comando Sur (DSCA, Oficina de Antinarcóticos, Programa de Prevención del HIV/SIDA) y el Departamento de Justicia (FBI y DEA) destinaron al menos 428 000 000 de dólares durante el gobierno del MAS. Con la introducción de ACI e INCLE, la INL fue la subagencia que más recursos destinó. En cursos militares y de aplicación de la ley enfocados en antinarcóticos, por lo menos 25 921 funcionarios/as fueron capacitados/as por EE.UU., según la triangulación de fuentes que hace Lajtman-Bereicoa. Se determinó mediante el entrecruzamiento de fuentes que la PNB, la FELCC, la FELC, el Órgano Judicial de Bolivia, el Viceministerio de Justicia y la FELC han sido las contrapartes bolivianas.
Como se puede ver los vínculos entre las instituciones estatales, ONG e instituciones privadas de los Estados Unidos con las fuerzas armadas y la policía nacional, no han cesado, se mantienen y esa injerencia es la que ha generado los golpes de Estado en todo el siglo XX y el del 2019.
4. Contexto internacional y tensiones geopolíticas
Actualmente, somos testigos del proceso que pone fin al predominio de las potencias occidentales en el sistema internacional. La hegemonía indiscutible de los Estados Unidos, como consecuencia del triunfo de la contrarrevolución que provocó la caída de la URSS y las democracias populares, se desmorona.
La crisis del sistema capitalista provoca el reordenamiento del poder. La correlación de fuerzas reconfigura el escenario geopolítico a nivel mundial, donde América del Sur comienza a jugar un papel relevante para los intereses imperialistas. Estados Unidos busca sostener y ampliar su capacidad de influencia y dominio, lo que lo lleva a revisar sus alianzas y acuerdos, así como recuperar influencia en territorios como el nuestro, que son estratégicos y además fuentes de materia prima.
Se han generado antagonismos entre bloques compuestos por varias organizaciones, entidades y acuerdos regionales e internacionales liderados, ya sea por Estados Unidos, como la OTAN y la UE, entre otros, frente a los BRICS, OCS lideradas por China como la OTSC y UEE lideradas por Rusia. El acercamiento del gobierno boliviano a la Federación Rusia, con su reciente visita a Moscú, como su participación en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo y la intención oficial de ingresar al bloque de los BRICS, sumado a que Bolivia, el 2023, firmó convenios con China y Rusia, donde la empresa Citic Guoan y la rusa Uranium One Group, subsidiaria de Rosatom, harán una inversión de 1.400 millones de dólares para la construcción de dos plantas para la producción y exportación de 50.000 toneladas anuales de litio a partir de 2025 en los solares de Pastos Grandes, al suroeste de Bolivia.
Este año Bolivia y Rusia definieron un cronograma para acelerar la instalación de una Planta Industrializadora de Litio con una capacidad inicial de 8.000 toneladas aplicando la tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL) con una inversión superior a $us 450 millones. Bolivia posee 23 millones de toneladas de recursos de este metal, crucial para la fabricación de baterías para la electromovilidad.
Ante estos anuncios y acercamientos de Bolivia con otras potencias económicas como China y Rusia, el gobierno de los Estados Unidos intensifica sus esfuerzos para tener el control del triángulo del Litio, recuperando influencia y control en Chile y Argentina. Con Perú, tomado y militarizado por Estados Unidos, ponen a Bolivia en la mira, en un estado de asedio permanente.
Con el gobierno de Javier Milei en Argentina de aliado, los esfuerzos del Comando Sur a la cabeza de la General Laura Richardson por controlar política y militarmente la región se tornan cada vez más amenazantes para toda la región. Es notoria la subordinación de Javier Milei a los Estados Unidos, y su asociación con las trasnacionales como BlackRock o la Banca Rothschild y empresas de extracción de Lito como XtraLit de capital financiero israelí. XtraLit la más reciente empresa de extracción de litio que ha ingresado a Argentina tras la visita de Milei a Israel, tiene como principales inversionistas a Halliburton Labs y Veligera Capital, que tienen a su vez como principal accionista los fondos buitre de BlackRock con presencia en la extracción de Litio en Chile con la minera SQM.
¿Por qué esto nos parece relevante?
Porque el gobierno del MAS, tanto con Evo Morales Ayma y ahora Luis Arce Catacora representan un obstáculo comercial más que una amenaza verdaderamente revolucionaria para los intereses de los monopolios norteamericanos en plena guerra comercial con China y Rusia.
Este fue el mayor factor para el golpe de Estado del 2019, El gobierno de los Estados Unidos quiere el control del triángulo del Litio y para eso necesita el control político de estos territorios. La belicosidad en las tensiones interimperialistas incrementan, Bolivia es un objetivo geoestratégico en la guerra comercial, geopolítica, tecnológica y militar en curso, que va a reconfigurar inevitablemente el dominio de los monopolios de un país o región en desmedro de otros.
La visita de la General del ejército estadounidense Laura Richardson, comandante del Comando Sur a la Argentina en abril de este año para “fortalecer la cooperación militar en materia de seguridad” podría ser un indicio más de que estamos en la antesala de una posible intervención militar estadounidense, un proceso de desestabilización organizado y financiado por Estados Unidos utilizando diferentes canales, algo similar a lo que sucedió tras la visita de Ivanka Trump el 2019 a Jujuy, Argentina con el apoyo del gobernador jujeño Gerardo Morales, dos meses antes del golpe de Estado del 2019.
El gobierno de Mauricio Macri fue determinante en el golpe de Estado del 2019, y ahora el gobierno de Javier Milei podría tener un rol aún más comprometido en un proceso de desestabilización y quiebre del orden constitucional en Bolivia.
El gobierno de Javier Milei se pronunció ante los hechos del 26 de junio, repudiando la falsa denuncia de golpe de Estado, lo calificó de ¨fraude montado¨ Considera un montaje a coro con los políticos de oposición cómplices del golpe de Estado el 2019, agentes del departamento de Estado de Estados Unidos que conocemos muy bien. Lo que nos debe llamar la atención significativamente es que el expresidente Evo Morales, posesionó la narrativa de autogolpe con toda su bancada y seguidores.
5. Conclusiones
Las hipótesis del autogolpe, que mantienen sectores de la oposición y afines a Evo Morales, desconocen gran parte de la historia de nuestro país y tienden a banalizar una constante histórica. No por nada, Bolivia es considerado el país con más golpes e intentos de golpe de Estado en toda América.
Uno de los objetivos que persigue esta narrativa es la de desmovilizar a los trabajadores y sectores populares. En este sentido, advertimos que un golpe de Estado está en curso y debemos estar alertas ante la posibilidad de retornar a tiempos de asesinatos, torturas, desapariciones y violaciones a los derechos humanos.
Un signo del razonamiento metafísico que predomina tanto en los trabajadores como en las capas medias, que permite interiorizar hipótesis como la de un autogolpe o un montaje, tiene que ver con la percepción de causalidad estricta como principio explicativo general de cualquier fenómeno o suceso, la búsqueda de explicación en las esencias ocultas de las cosas más allá de las apariencias y de las experiencias, imponiendo una noción estática que niega la constante movilidad y cambio de los procesos reales de la historia, de la naturaleza y la razón. Al decir «Los golpes de Estado no se dan a las 3 de la tarde», se impone el «sentido común» como única vía de conocimiento. Se fragmenta la realidad en aislados elementos constitutivos que no permiten ver las conexiones e interrelaciones dinámicas de múltiples componentes, siendo esta la forma de interpretar correctamente un fenómeno o proceso.
Si bien le tomó años a la derecha minar el apoyo popular con el que contaba el gobierno del MAS, apuntó a minar su legitimidad movilizando a la población a través de plataformas ciudadanas, los Comités Cívicos, el capital económico y social de la oligarquía empresarial cruceña y, por último, con la complicidad de la policía y los militares, consumando un golpe de Estado el 2019, todo en nombre de la democracia.
El actual gobierno de Luis Arce Catacora no cuenta con el apoyo popular con el que contaba el gobierno de Evo Morales en otras gestiones del MAS. Luis Arce Catacora no cuenta con el apoyo popular con que contaba Evo, a Arce le tocó pagar todos los errores cometidos por las anteriores gestiones y también por la inoperancia de buena parte de sus mismos Ministros y autoridades que cometen errores que desprestigian a su gobierno.
Al desprestigio del MAS como organización política que avanza en su descomposición interna, se debe sumar la crisis económica y falta de ingresos para el país, una escalada súbita de precios en casi todos los productos, la escasez de dólar, la escasez de diésel; todo esto le ha quitado la capacidad de responder a las necesidades básicas de la población, la cual se encuentra molesta e indignada con la situación actual.
La socialdemocracia no persigue transformaciones profundas dentro de la sociedad; generalmente solo genera algún tipo de redistribución de la riqueza de forma muy limitada, en este proceso fortalece el aparato estatal burgués, incluyendo su aparato represor (policía, ejército y otros). En determinados momentos, las clases y/o sectores de las clases favorecidas por los gobiernos socialdemócratas pretenden independizarse del gobierno que los favoreció y buscan hacerse con todo el poder y buscar ya no una tajada sino toda la torta. Esto fue evidente el año 2019 cuando «los cooperativistas» mineros (favorecidos desde el ascenso de Evo Morales al poder) fueron parte fundamental del golpe de Estado.
La llamada «revolución democrática y cultural» logró mejorar ciertos indicadores de extrema pobreza, ayudó en la incorporación de las nacionalidades indígenas a la vida política, recuperó parte de las riquezas para el Estado, pero no alteró las relaciones de producción y explotación del capitalismo ni de la democracia liberal. El sistema capitalista en este periodo de gobierno del MAS se mantuvo inalterado.
¿Qué podemos hacer ante el avance de la derecha?
Cuando la burguesía cree que puede avanzar y retomar el poder político, comienza a hacer valer sus relaciones internas y externas. A nivel interno, toca las puertas de los cuarteles y la policía; ambas instituciones han sido históricamente las salvaguardas de su riqueza y sus privilegios. Ofrecen una serie de beneficios a los altos mandos. Estas instituciones, como ya ha pasado antes, tienden a romper el orden constitucional de forma violenta, sin importar el costo humano, y entregar nuevamente el poder a la burguesía nacional y los monopolios internacionales.
A nivel externo, renueva sus alianzas con las potencias imperialistas más agresivas como son los Estados Unidos y la Unión Europea, busca financiamiento económico para movilizar sus fuerzas en el país y quebrar al gobierno de turno, de igual forma pide asesoramiento político y militar para concretar la toma del poder, e incluso, como ha ocurrido los últimos años en otros países, solicita la intervención extranjera de las potencias imperialistas. En este sentido, la OTAN cumple un rol decisivo como ejército de los monopolios de las potencias imperialistas occidentales.
Ante este panorama, nos queda alertar a los trabajadores que se viene preparando un golpe de Estado que tiene en la asonada militar del 26 de junio una parte de este proceso.
Es preciso y perentorio reorganizar nuestras fuerzas y lograr la unidad amplia de la izquierda, trabajadores, campesinos y nacionalidades y pueblos indígenas, para evitar que se concrete un golpe de Estado en el país. Debemos forjar desde las bases, desde los sindicatos, universidades, colegios y centros de trabajo la unidad popular que tenga como objetivo no solo maquillar el sistema, sino comenzar la construcción real de una nueva Bolivia democrática con justicia social y equidad, una sociedad sin explotados ni explotadores, el socialismo-comunismo.
Bibliografía
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Jalife-Rahme, A. (2019). El litio-golpe de Bolivia con la bendición de la OEA y Estados Unidos // Oportunidad para mineras. La Jornada.
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Lenin, V. I. (1957). El Estado y la revolución. Buenos Aires: Editorial Anteo.
Lenin, V. I. (1974). ¿Qué hacer? Pekín: Ediciones en Lenguas Extranjeras.
Mediavilla, F. (2023, julio 22). El trasfondo de la tensión entre Bolivia y Estados Unidos por el litio. El Ciudadano
Fuente: Camila Azeñas y Gustavo Baldivieso en rebelion.org
Los militares en Bolivia siempre fueron un peligro poco calculable, pues, nunca se sometieron al gobierno en curso, como debería ser. Obviamente tenemos que estar alertas, a pesar del «chiste» del 25.6.24, que seguramente tiene más por atrás.