24 personas fueron detenidas de forma irregular el 11 de noviembre de 2019 y denuncian haber sido torturadas en celdas policiales al momento de su detención, además aseguran que hubo anomalías en el momento de levantar el acta de aprehensión cuando fueron detenidos porque en algunos casos se llevaron abogados que jamás fueron contratados por los detenidos, para firmar su declaración. Estas irregularidades podrían condenar a gran parte de este grupo de acusados a más de seis años de cárcel.
Andrés (nombre ficticio), una de las 24 personas que fue detenida el 11 de noviembre contó en una entrevista para La Izquierda Diario Bolivia que fue detenido cuando se dirigía a su negocio para resguardarlo ante los rumores de saqueos o robos a raíz de la renuncia del entonces presidente Evo Morales. En el camino un grupo de vecinos lo acusaron de no pertenecer a la zona, “en ese momento la gente estaba con los ánimos caldeados y no pude defenderme”. Todo esto sucedió aproximadamene a las 16:00h, momento en que fue detenido. Andrés cuenta como sucedió:
Les dije que estaba camino a mi negocio y que mi casa estaba a dos cuadras de allí, pero no me creyeron, entre la gente habían dos personas que me defendieron pero nadie los escuchó, llamaron a la policía, y de esa forma me detuvieron.
Sin embargo, el acta de aprehensión de Andrés establece que fue detenido a altas horas de la noche, para facilitar así la imputación en los delitos de robo, incendio y otros.
A su vez contó que cuando llegó a celdas de la policía comenzaron a golpearlo con otros detenidos, “nos encerraron en la celda y soltaron gases lacrimógenos con todos los arrestados”, después asegura que le taparon los ojos, les hicieron arrodillar, estaban enmanillados a la espalda y les propinaron una golpiza,
No podíamos decir nada, el momento que levantaron el acta, llegó un abogado que nunca contraté, ni conocía, y firmó mi imputación y pasó lo mismo con las otros detenidos.
“Me quitaron el celular y cuando me dijeron que podía llamar a algún familiar, solo sabía de memoria el número de mi esposa pero estaba de viaje y no podía hacer nada más que esperar que llegue. No recordaba el número de celular de nadie más”. Además aseguró que otros detenidos llamaron a sus familiares pero habían abogados que comenzaron a extorsionarlos, les dijeron que si querían que salgan de la cárcel los detenidos tenían que pagar ciertos montos de dinero y mucha gente cayó en esos chantajes.
Andrés también relató para LID que al momento de su detención no tenía ningún arma y tampoco ninguna clase de objeto para realizar algún destrozo pero en su acta de detención se afirma que tenía armas de fuego y objetos de la policía.
Por último contó que como él hay personas detenidas de manera injusta, que no cuentan con dinero suficiente para defenderse y probar que nada de lo que se les imputa es cierto.
“Hemos sido estafados por abogados que solo aprovecharon nuestra situación y los abogados que lograron que su defendido tenga detención domiciliaria cobran grandes cantidades de dinero por audiencia (…) solo pedimos un proceso justo y denunciamos a los abogados que nos extorsionan y complican nuestra detención, además pedimos que las organizaciones correspondientes que defienden los derechos humanos nos ayuden porque se han vulnerado nuestros derechos”, concluyó Andrés.
Al momento estas personas tienen aproximadamente dos meses para probar que son inocentes de las acusaciones que tienen en su contra. Lastimosamente por falta de recursos económicos tal vez sean condenados entre 6 o más años de cárcel.
En este escenario, activistas de derechos humanos, profesionales y trabajadores que impulsan el organismo de defensa de los derechos humanos y contra la represión estatal «ProDHCre» convocaron a reformar la solidaridad con todos los y las detenidos, y a denunciar y esclarecer las denuncias de tortura y malos tratos sufridos en celdas policiales.
Fuente: http://www.laizquierdadiario.com.bo/Detenciones-irregulares-24-personas-piden-justicia-y-un-proceso-justo
¿Quién es David Inca? Se representa en nombre de DDHH. No confío. Siempre nos quiere calmar.
Y ¿dónde están los «demócratas»? Toditos calladitos, el caballero Carlos Mesa también. Ya sabemos lo que podemos esperar de semejante manga de gente «culta».