Podemos nombrar un sinfín de cosas que demuestran plenamente el abismo entre el pueblo y los autonombrados:
Intentan copiar medidas contra el virus de los países que tienen una realidad muy diferente a la nuestra:
La mayoría de la población europea tiene sus ingresos por labores con contratos fijos, seguro de desempleo, jubilación/renta, … Evidentemente no es suficiente en muchos casos, pero allá no se morirán de hambre.
Cuando allá se “recomienda” a la población el quedarse en casa, la gran mayoría lo respeta: usan barbijos, se ponen guantes de látex y mantienen cierta distancia entre ellos… ¡La platita les llega igual! Llaman al pizza-service, compran zapatos, vino, trigo biológico, etc., vía internet y reciben todo en casa. Muchas empresas siguen trabajando, pues sus empleados pueden cumplir sus obligaciones vía internet. ¡Ojo! Migrantes, trabajadores eventuales de países vecinos y personas sin papeles están sin protección alguna.
Y acá nos imponen medidas que la gran mayoría no podemos respetar. Para colmo recibimos amenazas e insultos: El capataz Arturo Murillo dice: «pediré a la presidenta que militarice zonas, que se declare estado de sitio por zonas» y el ministro de Obras Públicas, Iván Arias: «si los bolivianos no tomamos en serio esto, no nos va a matar el virus, nos va a matar la estupidez».
NO, señores, ¡nos moriremos de bala o de hambre!
Nosotros SÍ entendemos perfectamente la necesidad de tomar acciones contra el virus; no necesitamos la “gentileza” del Ministerio de Comunicación para hacernos entender en nuestros idiomas cómo lavarnos las manos, ni mucho menos spots televisivos que provocan más miedo aún.
Los autonombrados han roto completamente el intercambio con nuestras organizaciones. El resultado es ¡fatal para nosotros! Pues, hablando con nosotros, no habrían estas filas inhumanas en los bancos, por ejemplo. Nosotros sabemos que necesitamos YA los bonos. Para nosotros el “consejo” del Min. de Economía de acumular la renta dignidad o esperar tres meses para cobrar “la canasta familiar” es una burla, dado que ningún miembro familiar tiene ingresos y tenemos que llenar nuestros estómagos ahora. Les hubiésemos aconsejado el abrir todos los bancos para cobrar los bonos y mandar bancos móviles a comunidades alejadas, cuestión de la que ellos recién se dan cuenta. Además: que la policía y los militares no den vuelta en sus vehículos para reprimir, sino que lleven a seres humanos a su destino, que nos traigan alimentos… Tenemos muchas propuestas útiles.
Pero mientras nos vean como “salvajes” y “estúpidos”, no habrá una solución. ¡Recibirán la cuenta! hambrientos del poder.
Es verdad. Estuve muy en desacuerdo con el MAS, porque me sentí defraudada. Pero estos incapaces y malintencionados me asustan. Ojalá siguen publicando nuestras preocupaciones.