Ramón Grosfoguel y Rafael Bautista Segales nos brindarían la posibilidad de acercarnos a referencias y consideraciones sociológicas y filosóficas respectivamente, Pensar Nuestra América con categorías populares, Golpe de estado y Descolonización de la política, Educación intercultural, Pensamiento Político y Descolonización fueron los recorridos que ambos expertos expusieron por su capacidad en desnaturalizar oscuros lugares.
Desde el encarnamiento de los conceptos y saberes que la Modernidad nos oculta desde hace siglos, desde un posicionamiento como profesionales del sistema mundo con una mirada hacia el giro decolonial, interrogaron disciplinas desdibujando fronteras.
Ambos tomaban la estatura del Quijote junto a los molinos de viento, visibilizando otros saberes epistemológicos, sus diferencias y semejanzas, las representaciones desiguales del poder, las disponibilidades para compartir otros espacios culturales y políticos, las consecuencias, que a través del tiempo, nos han afectado respecto a la reproducción del conocimiento y sus consecuencias al descontextualizar saberes locales.
Así iban tejiendo una trama de cómo la experiencia social en estos últimos siglos, tiene efectos culturales y políticos, ambos, desde la problemática civilizatoria de la modernidad articulándose con la colonización.
El espacio multidimensional, transdisciplinar y heterogéneo, comenzaba en una tensión para algunxs, para otrxs el caos y para lxs que veníamos acumulando resonancias entre prácticas y conceptos decolonizantes, acariciábamos nuevamente el mundo de las palabras desde la rebeldía y al mismo tiempo desde la esperanza.
Como un lunes de luna llena, se habrían los interrogantes ante átomos aislados y el poco conocimiento que tenemos hacia las categorías populares de Nuestramérica.
¿Qué no estábamos viendo? circulaba en el espacio inquieto.
La experiencia europea y su diferencia con otros conocimientos, la ausencia del respeto por las diversidades y cómo son inferiorizadxs a través de la subordinación racial jerarquizando grupos humanos, la destrucción de la naturaleza y otros interrogantes, intentan desde el saber del giro decolonial, explicar la modernidad occidentalocéntrica, como una civilización que nos lleva a la muerte.
Siendo su relación fuera de los límites territoriales, imponiendo al mundo ya no con armas sino con negocios financieros, explicaron cómo organizan cadenas civilizatorias como el racismo, el eurocentrismo, el dualismo cartesiano, el cristiano-centrismo, el patriarcado, epistemológicas y otras más, resultando la pauperización en la historia y en la actualidad de los pueblos, a través de sistemas de dominación y relaciones de poder, no siendo un problema geográfico sino ideológico.
La vida humana exterior a la naturaleza, cosmovisión donde la matriz colonial del poder trajo un producto civilizatorio constitutivo en el siglo XVI de la mano de la matanza de musulmanes, de lxs indígenas en Abya Yala, de africanxs esclavizadxs, la quema de brujas, mujeres que se dedicaban al arte de curar, fueron fruto de este accionar.
Hilvanaron posibles horizontes en esta lógica de la modernidad y de reproducción de la muerte. Cómo rescatar del fondo de la historia la luminosidad de los conceptos de Franz Fanón, de Ser/no Ser. Reflexionar otras categorías, quienes permitirían dar cuenta de aquellas lógicas civilizatorias, siendo las mismas un problema político y no teórico, continuaban afirmando cada uno desde su mirada caleidoscópica.
Un lugar no eurocéntrico, develando la contradicción principal en el actual momento, colocaron en el centro del debate “El capital o la vida” (agrego: humana y no humana).
El problema civilizatorio de la modernidad, el sentido del ser comunitario, el ser humano como puente entre lo sagrado y lo profano fueron otros recorridos realizados.
¿Se pueden romper los procesos racistas en las instituciones? Surgiría también como pregunta.
Luego de llevarnos desde dilucidar la diferencia entre decolonialidad y poscolonialidad, el lugar del saber hegemónico en la academia como uno de los principales espacios donde se comienza a introducir una forma de pensar desde el poder, el saber y el conocimiento de sólo cinco países : EEUU, Alemania, Inglaterra, Italia y Francia.
Los métodos de conquista hasta la actualidad, la interdependencia entre modernidad y colonialismo como obstáculo para encarar estrategias para la Liberación de los pueblos, el proyecto civilizatorio y no emancipatorio que desconecta conceptos propios que el colonialismo guarda en su interior, la secularidad de la cosmovisión, las narrativas teológicas del siglo XIX, la controversia entre Bartolomé de Las Casas y Sepúlveda en Valladolid, durante el siglo XVI, los relatos de la cristiandad, los discursos cientificistas, la destrucción de otras civilizaciones, sus saberes, su cultura.
Temas a reflexionar desde Nuestraamérica.
La espiritualidad y sus concetos tan desconocidos incluyeron a Perón y Evita. Espíritus populares como lo fueron Chávez y Evo.
¿Cómo estar en el mundo? Ese desconocimiento ante ser países colonizados y no tener en la piel categorías propias latinoamericanas es como un sólido desvanecimiento.
Preguntaban ¿cómo nos despegamos de las dependencias?
Superando la modernidad quien destruye la vida humana y la no humana. ¿Cómo no repetir el paradigma de la modernidad e imprimir ecologías de saberes?
El giro decolonial es una necesidad para que siga la vida en el planeta. No es una opción. Encontrar en la diversidad una nueva civilización con la potencia del poder comunal y que los invisibles, los nadie, puedan vivir también en un mundo donde quepan muchos mundos es una solución posible.
Debate y preguntas con muchas reflexiones. Un gran ciclo de conferencias con dos profesionales posicionados con la Liberación de los Pueblos.
Fuente: Liliana Etlis en Resumen Latinoamericano